Emilia Salazar, Demus Perú

“La situación en Perú es insostenible, la respuesta política no puede ser seguir disparando y detener arbitrariamente”.

Entrevista a Emilia Salazar, de Demus Perú

Hablamos sobre la crisis política y social de Perú con la socióloga feminista Emilia Salazar, que forma parte del equipo de Demus, una de nuestras organizaciones hermanas en el país andino, todo un referente en la lucha por los derechos de las mujeres. Emilia asistió recientemente en Ginebra al Examen Periódico Universal (EPU) de Naciones Unidas, que evaluó a Estado peruano en materia de derechos humanos.

Pregunta. ¿Cómo estáis viviendo desde Demus la actual crisis política y social?

Lo que está ocurriendo en Perú es un estallido social. Como respuesta hay una represión estatal violenta e inédita, no vista desde hace décadas. Las principales demandas son la renuncia de Dina Boluarte a la Presidencia y la salida del Congreso, nuevas elecciones y una Asamblea Constituyente.

El Ejecutivo, el Congreso, la Policía y las fuerzas militares están cumpliendo un papel bastante represor e indolente en el país. Solo para relatar algunas de las masacres, el 15 de diciembre del 2022 en la región de Ayacucho, 10 personas fueron víctimas fatales de la violencia desproporcionada del Ejército en los alrededores del aeropuerto de la ciudad de Huamanga. Y el 9 de enero de este año, en la ciudad de Juliaca (Puno), la Policía asesinó a 18 personas en cuestión de horas. En las regiones de Apurímac, Arequipa, Cusco, Junín, La Libertad y Lima la represión también ha sido feroz e indiscriminada. Las víctimas fatales presentan impactos de bala, perdigones y bombas lacrimógenas en la cabeza y el torso superior del cuerpo. En total, hay más de 60 personas muertas y más de 1200 personas heridas.

Por otro lado, las detenciones arbitrarias son el nunca acabar. No permiten el ingreso de abogados, de la Defensoría del Pueblo, ni de representantes de organizaciones de derechos humanos a las comisarías hasta horas después de las intervenciones policiales. La gran parte de detenidas y detenidos son ciudadanos de las regiones, comunidades andinas y dirigentes comunales que han llegado a Lima, pero también se viene interviniendo a periodistas y personas que tratan de brindar ayuda a las delegaciones regionales que se encuentran en Lima para ejercer su derecho a la protesta.

Lo que ocurrió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos fue la gota que colmó el vaso. El 20 de enero, en un claro abuso policial se intervino sin presencia de la Fiscalía, con tanquetas y haciendo uso indiscriminado de la fuerza detuvieron arbitrariamente a más de 200 personas. La mayoría de detenidos fueron campesinas y campesinos, dirigentes de pueblos indígenas, personas quechuahablantes y estudiantes universitarios. Se pueden ver en internet los videos del trato humillante y denigrante que hubo en dicha intervención.

“Llamar terroristas, violentistas o subversivos a quienes están saliendo a las calles –o a quienes se pronuncian en las redes sociales- se está convirtiendo en una cuestión cotidiana”.

A todo esto, se suma el terruqueo por parte de las propias autoridades y los medios de comunicación hegemónicos. Llamar terroristas, violentistas o subversivos a quienes están saliendo a las calles –o a quienes se pronuncian en las redes sociales- se está convirtiendo en una cuestión cotidiana. Los discursos de odio y discriminatorios es la base de la doctrina política que están construyendo y afianzando las élites de poder para deslegitimar cualquier reclamo, protesta o idea que cuestione la desigualdad en el Perú. Esta estigmatización y criminalización tiene raíces profundamente racistas y clasistas. No es difícil ver de dónde viene el terruqueo y a quiénes está dirigido.

P. ¿Cuál creéis que debería ser la salida a esta crisis?

La historia en el Perú se está repitiendo en cuanto a la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, como entre los años 1980 y 2000. No se garantiza el derecho a la justicia ni reparaciones integrales con los crímenes cometidos en estas últimas semanas, así como con los casos emblemáticos de violencia sexual durante el conflicto armado y las esterilizaciones forzadas.

Desde Demus nos estamos pronunciando de manera constante sobre la situación político y social del país; creemos que actualmente no hay nada parecido a la democracia y denunciamos la comisión de crímenes de lesa humanidad y graves violaciones a los derechos humanos a la vida, la integridad, la libertad sexual y la libertad de expresión.

Es difícil hablar de una salida inmediata por las condiciones actuales, al corto plazo te diría que la renuncia de Dina Boluarte, la convocatoria de nuevas elecciones y una reforma policial.

P. ¿Cómo valoráis la reacción de la comunidad internacional y de los países de la ONU tras la reunión que habéis mantenido en Ginebra?

La comunidad internacional parece tener una mejor lectura y estar más conectada de lo que viene ocurriendo. Hablo de los gobiernos y hasta de la prensa porque los medios de comunicación internacionales han cubierto con mayor objetividad. ¿Cómo se puede defender a un régimen que tiene más de 60 muertos encima, cientos de heridos y detenidos? Es imposible.

En la sesión 42 del Examen Periódico Universal (EPU) de Naciones Unidas se examinó al Estado peruano en materia de derechos humanos y varios países de Europa y Latinoamérica manifestaron su preocupación por el estallido social en Perú y lamentaron las muertes. Estos países fueron Noruega, Rusia, Reino Unido, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Francia, Paraguay, Polonia, Suiza, Venezuela y Costa Rica. Han condenado los abusos cometidos por la policía y las fuerzas armadas e invocaron a frenar la violencia. Incluso recomendaron respetar el derecho a la protesta y proteger a las defensoras y defensores de derechos humanos, investigar casos de vulneración de derechos humanos durante las manifestaciones, proporcionar medidas que contrarresten las detenciones arbitrarias y el uso desproporcionado de la fuerza, generar condiciones adecuadas para un diálogo respetuoso y constructivo, y juzgar a los responsables de violaciones a los derechos humanos ante tribunales civiles.

Ojalá que esa línea se mantenga porque la situación en Perú es insostenible. El Ejecutivo y el Congreso creen que viven en el mundo de las maravillas. Nunca antes vi una desconexión como esa. Es un régimen que ha perdido toda legitimidad. No puede haber más muertos y heridos. La respuesta política no puede ser seguir disparando y detener arbitrariamente.

“Somos un país con una subjetividad e imaginarios sociales muy coloniales y racistas”

P. ¿Cuáles son los principales problemas sociales y económicos que subyacen a esta crisis?

Las problemáticas sociales están muy ligadas al estallido social actual. Las regiones donde se vienen llevando a cabo las protestas son las regiones con mayores índices de pobreza y desigualdad en el país. Eso no es casualidad. En el área rural, un 39.7% de la población es pobre. Solo en la sierra rural se estima que un 44.3% de su población está afectada por la pobreza.

El extractivismo también golpea duro a las regiones. Por ejemplo, en Cusco un estudio realizado entre 2018 y 2020 por Amnistía Internacional, en colaboración con la organización Derechos Humanos Sin Fronteras, confirmó que los habitantes de 11 comunidades quechuas de la provincia Espinar ubicados dentro del área de influencia de un proyecto minero, están expuestos a metales pesados. Por otro lado, Cusco es la región que provee de gas natural al país desde hace varios años e increíblemente las cuzqueñas y cusqueños aún no cuentan con el servicio de conexión de gas natural en sus casas.

“Cusco es la región que provee de gas natural al país desde hace varios años e increíblemente las cuzqueñas y cusqueños aún no cuentan con el servicio de conexión de gas natural en sus casas”.

El racismo y la discriminación también es una problemática social muy arraigada en Perú. Somos un país con una subjetividad e imaginarios sociales muy coloniales y racistas. En la actual crisis se ha agudizado y está muy ligada a la estigmatización y terruqueo de quienes protestan. A pesar de este panorama hay algunas voces que confrontan estos discursos de odio, como la de Kelyn Leonela Labra Panocca -presidenta de la Federación Universitaria del Cusco- quien sostiene que ya no se puede implantar el miedo a los campesinos llamándoles terroristas.

 P. ¿Está viviendo Perú un retroceso similar al de Europa o Centroamérica respecto a los leves avances que se habían logrado en materia de igualdad de género?

En Perú estamos viviendo un retroceso en relación a la igualdad de género y los derechos de la diversidad de las mujeres incluso antes del estallido social. Se han venido presentando iniciativas legislativas que afectarían directamente el acceso al aborto terapéutico, la educación sexual integral y busca eliminar el enfoque de género y derechos humanos en algunas políticas públicas.

Desde hace varios años tenemos una composición mayoritaria conservadora y antiderechos en el Congreso. Lo que nos ha correspondido es resistir para que no nos quiten lo que hemos logrado en los últimos años.

Montse Barba, Comunicación Entrepueblos

7 años sin Berta Cáceres. Urge desmantelar la impunidad y el extractivismo

Se cumplen 7 años del asesinato de Berta Cáceres, un crimen que sigue pendiente de justicia y reparación, ya que sus autores intelectuales siguen haciendo negocios en Honduras, tal y como denuncia el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, organización a la que pertenecía la ambientalista hondureña y que sigue con su causa en defensa de los territorios, derechos y la cosmovisión indígena del pueblo Lenca.

“Un año más en que reiteramos y reafirmamos nuestra indeclinable lucha por la justicia para Berta, para que todas las personas involucradas en su crimen sean enjuiciadas y castigadas. Un año más en que exigimos que los delincuentes Jacobo, José Eduardo y Pedro Atala Zablah, junto a Daniel Atala Midence, autores intelectuales de este crimen, sean llevados a la justicia a pagar por sus crímenes”, señala la COPINH en su comunicado con motivo del 7 aniversario.

Puedes acceder pinchando a la imagen al documental ‘Las semillas de Berta Cáceres’.

Desde Entrepueblos nos sumamos a esta exigencia de acabar con la impunidad de los autores intelectuales del crimen y reclamamos al Gobierno de Xiomara Castro que cancele la concesión para la explotación del río Gualcarque, medio de vida de la comunidad Lenca. También que garantice la protección de los defensores y defensoras del territorio de Honduras.

“Aún cuando se han comprobado las irregularidades y corrupción de la concesión sobre el río Gualcarque, y se ha comprobado la vinculación de la familia Atala Zablah y sus empleados con la violencia y el asesinato de Berta Cáceres, todavía esta misma familia mantiene los derechos de la concesión y los permisos por 50 años para explotar el río Gualcarque. Exigimos que sea cancelada esta concesión de manera responsable e inmediata”, señala la COPINH.

Homenajes a Berta

Berta no murió, se multiplicó, y sus semillas siguen floreciendo gracias a su pensamiento libertario y su mensaje firme y tierno en defensa de los pueblos. Ella es una de nuestras activistas por la vida y, por eso, desde Entrepueblos, un año más, hemos querido recordarla en tres actos celebrados en Tarragona (27 de febrero), Alicante y Palma de Mallorca (ambos el 2 de marzo).

  • En Tarragona organizamos la presentación del libro ‘¿Quién mató a Berta Cáceres?‘, de Nina Lakhani, quien intervino en el acto para hablar de su trabajo como periodista en el caso de Berta y pedir justicia para su causa.
  • En Palma de Mallorca, inauguramos el mural de la artista Sonia Santandreu que reúne a Berta Cáceres con Aurora Picornell y Matilde Landa, asesinadas por el fascismo; Rosa Bueno, activista vecinal, y Encarna Viñas, defensora de la lengua catalana, todas ellas mujeres clave del feminismo mallorquín.
  • En Alicante celebramos un homenaje a Berta  en el marco de la exposición ‘Activistas por la Vida‘, que se puede disfrutar hasta el 7 de marzo en la ciudad valenciana, y, a partir del 16 de marzo, en su nueva ubicación, en Burgos (Teatro Principal).

¡No te pierdas el hilo de Twitter con los mensajes de cariño desde Chiapas y Honduras!

En el séptimo aniversario sin Berta Cáceres, pedimos que cese la represión a la población campesina e indígena que defiende sus territorios en todos los pueblos de América Latina. #JusticiaParaBerta

 

Justicia para Eduardo Mendúa, líder de la nacionalidad kofán de Ecuador

El pasado 26 de febrero fue asesinado Eduardo Mendúa, dirigente de Relaciones Internacionales de la CONAIE, perteneciente a la nacionalidad Kofán de Sucumbíos, Ecuador. Se encontraba en su vivienda rural cuando varios encapuchados le dispararon, un crimen que entidades como CONAIE y UDAPT han relacionado al conflicto petrolero y, en concreto, a la actividad extractiva de la Empresa Pública de Hidrocarburos, EP Petroecuador.

Reconocido por su lucha y defensa de la Amazonía que sufre la destrucción medioambiental de las petroleras, Mendúa había denunciado y responsabilizado a EP Petroecuador y al Gobierno de Guillermo Lasso de la violencia generada en la comunidad de Dureno, Sucumbíos.

“No estamos para ceder ni un centímetro de nuestro territorio para que los forasteros petroleros destruyan a los seres espirituales y personas invisibles de nuestra selva, ríos, lagunas, lugares sagrados, quebradas, medicina, nuestros ceibos”, escribió en su último post de Twitter, 5 horas antes de ser asesinado.

Varias entidades ecuatorianas e internacionales de derechos humanos y defensa del territorio han manifestado su indignación por la muerte del líder indígena, reclamando que se investigue su muerte, que se haga justicia y que se garantice la seguridad de los defensores y defensoras del territorio.

La espiral de violencia que sufre el pueblo Kofán obedece a una manifiesta violación permanente a los Derechos Humanos y de la Naturaleza por parte del Gobierno del Ecuador, sus Carteras de Estado y su Empresas Públicas – PETROECUADOR, así como de las prácticas de las transnacionales extractivas que usan su poder económico para dividir a las comunidades amazónicas“, señala UDAPT (Unión de Afectados y Afectadas por las operaciones Petroleras de Texaco) en su comunicado.

Desde Entrepueblos nos sumamos a la demanda de justicia e investigación de este crimen, para que no quede impune, y queremos transmitir nuestra solidaridad a su familia y a los hermanos y hermanas indígenas ecuatorianos.

#JusticiaEduardoMendua