COMUNICADO FEMINISTA 8 DE MARZO 2020

Desde la comisión de feminismos de Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte nos sentimos comprometidas con las movilizaciones feministas convocadas para este 8 de Marzo 2020.

“Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo! nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de sólo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal (Berta Cáceres) ”
¡4º Aniversario de la siembra de Berta !
¡Berta Vive! La lucha sigue y sigue #JusticiaParaBerta

El 8 de marzo es una jornada de acciones feministas en todo el mundo en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en el cual las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro.

(Ver movilizaciones en: http://feministas.org/convocatorias-8-de-marzo-2020-dia.html)

En este 8 de marzo “Día Internacional de las Mujeres”, en todo el mundo, las feministas desde hace más de un siglo, seguimos saliendo a la calle para exigir y defender nuestros derechos, pero sobre todo para la construcción de transformaciones sociales que pongan en el centro la sostenibilidad de la vida de las personas y del planeta. Nos sentimos vinculadas a movimientos feministas transfronterizos y transculturales que hacen frente al orden patriarcal, racista, colonizador, capitalista y depredador del medio ambiente.

Las feministas de Entrepueblos queremos visibilizar nuestra rabia e indignación, queremos denunciar internacionalmente los asesinatos, la persecución y la violencia ejercida hacia miles y miles de defensoras de la vida, del medio ambiente, en países donde empresas transnacionales extractivas, hidroeléctricas o del sector agroindustrial tienen intereses, a menudo en connivencia con los poderes políticos y económicos de los propios países. Muchas de estas defensoras son amigas, compañeras de sueños y hermanas de esperanzas:

Ellas han apostado valientemente por una vida digna y por la defensa de los bienes comunes. Como muchas defensoras, han arriesgado su vida, han sufrido violencia, algunas violencia sexual, intimidaciones, desestabilización de su entorno afectivo y familiar más íntimo. También deben hacer frente a procesos judiciales abusivos, por defender una vida digna y soberana, basada en la sostenibilidad, alejada de este sistema capitalista y patriarcal globalizado y dominante, que otorga cada vez más poder a empresas transnacionales y extractivistas.

Este sistema debilita también la función garantista de derechos de los Estados, desarrollando legislaciones y procedimientos de control social y limitación de la libertad de expresión y reivindicación, que conllevan una creciente tendencia de represión y violencia, con fuertes vulneraciones de derechos. De este modo se crean situaciones que impiden el análisis crítico y la denuncia de los impactos sobre las mujeres: desplazamientos, criminalización, desapariciones, empobrecimiento, marginación y violencia.

El sistema también blinda esa violencia a través de las fronteras y el racismo institucional. La violencia hacia los cuerpos y las vidas de las mujeres es exponencialmente más dura. Vemos como los Estados incumplen los derechos humanos y actúan de manera ilegal, causando las violaciones y las muertes y desapariciones a quienes se les impide la movilidad humana, y muy especialmente a quienes huyen de sus territorios por el expolio y conflictos medioambientales y armados. Ejemplo de ello es lo que está sucediendo ahora mismo en Grecia, o lo que sucede en nuestra propia Frontera Sur.

En muchos países del Sur Global y particularmente en América Latina han aumentado las agresiones, las amenazas y la criminalización de las defensoras de DDHH, de todos los movimientos sociales, también de los movimientos feministas.

En realidad se vive en un escenario de confrontación entre la acumulación de riqueza y el cuidado de la vida, que tiene fuertes implicaciones de género, pues los mercados especulativos de materias primas, los fondos de inversión, el extractivismo, los paraísos fiscales, las políticas de libre comercio, etc., provocan cada vez más lo que desde los feminismos conocemos como “conflicto entre el capital y la vida” que implica un conjunto de dimensiones: ecológica, de reproducción social, de cuidados, de salud, de representación política.

Frente a todo esto, nos solidarizamos con las luchas de las compañeras que arriesguen su vida para defender el agua, el territorio, los ecosistemas y sobreviven a los expolios y a las fronteras. Junto a ellas, continuamos exigiendo que se ponga freno a la impunidad de las transnacionales, que se asegure el acceso a la justicia para todas las mujeres agredidas por defender los derechos humanos. Seguimos compartiendo y apoyando su exigencia firme de ser protagonistas en el proceso de diálogo y construcción de la paz.

EXIGIMOS JUSTICIA SOCIAL Y CLIMÁTICA. Exigimos un decrecimiento económico, una transición ecosocial y una cultura regenerativa y feminista:

  • Que ponga fin a la impunidad y que se investigue el asesinato de Berta Cáceres y de todas las compañeras y compañeros que han luchado por la justicia social y el medio ambiente.
  • Que se suspendan todos los proyectos denunciados por las defensoras de derechos humanos.
  • La suspensión de las inversiones y del financiamiento proporcionados por las empresas y las Instituciones Financieras Internacionales, en los proyectos donde se denuncian violaciones de los DDHH.
  • El cumplimiento de los derechos humanos y el cuestionamiento del actual sistema de fronteras.

Por ello, mantenemos nuestro compromiso con las redes feministas, tejiendo vínculos para mantener la lucha de resistencia, para abordar los cambios sociales que fortalezcan la solidaridad, y para hacer del cuidado entre nosotras y las compañeras en otros movimientos sociales un principio fundamental, referente de valores éticos y acción política por la libertad, la vida, la equidad, la paz y la sostenibilidad.

 

COMISIÓN FEMINISMOS DE ENTREPUEBLOS-ENTREPOBLES-ENTREPOBOS-HERRIARTE