Golpe de mercado: Un tratado contra las personas y el clima
Dos meses después del anuncio del preacuerdo por el tratado de comercio e inversión (TCI) entre la Unión Europea y los países del Mercosur, el mundo se despertaba con una gigantesca ola de incendios sin precedentes en la Amazonia, al amparo del nuevo gobierno de Bolsonaro. No es que hubiera una relación causal directa entre ambos hechos, pero ambos tenían un objetivo común: exportar más carne, soja y etanol en Europa o en China.
El TCI UE-Mercosur no es un tratado más. Abarcaría el 25% del PIB mundial y el 37% de las exportaciones. Mientras nos anuncia el Green Deal, una propuesta teóricamente ambiciosa para frenar el cambio climático, la política real de la UE sigue el business as usual entregando nuestro futuro a los grandes lobbys.
El tratado supone abundar en las mismas matrices: Mercosur acentuaría su papel de exportador de materias primas agropecuarias y Europa le vendería coches y otros productos industrializados, desarticulando el tejido industrial interno de la región.
A grandes rasgos, ganan las multinacionales de un lado y el otro, que pueden producir deslocalizádamente, a gran escala y a bajo precio -pero a un alto costo humano y ambiental. Sale perdiendo una gran parte del campesinado europeo, las comunidades campesinas y los pueblos indígenas. Sería un gran golpe para la clase obrera industrial de Mercosur, así como para los derechos a la salud y al consumo informado en ambos continentes. Pero, además, dejar pasar este tratado sería tanto como dar por perdida la lucha para hacer frente a la emergencia climática.
El TCI UE-Mercosur no pasará: movimientos y organizaciones sociales lo detendremos. Porque las personas y el planeta son primero.
Campaña Cataluña No a los Tratados de Comercio e Inversión
Descárgate aquí ➡ Suplemento de El Salto… Por qué cada vez más países rechazan el tratado UE-Mercosur